martes, 21 de febrero de 2017

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

DOCTRINA SOCIAL 

Este tema es sólo un breve acercamiento a la Doctrina Social de la Iglesia, Sin duda que algunos/as de nosotros/as estamos embarcados/as en acciones que tienen que ver con estos objetivos:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
 2. Conseguir la educación primaria universal
3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
 4. Reducir la mortalidad infantil
 5. Mejorar la salud materna
 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades causantes de gran mortalidad
 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
 8. Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo.
Colaborar en esta transformación es responsabilidad de toda persona y colectividad humana, cada cual desde sus posibilidades reales.
¿Cómo es posible que en nuestro tiempo, haya todavía quien se muere de hambre; que está condenado al analfabetismo; que carece de asistencia médica más elemental; que no tiene techo donde cobijarse?
El panorama de la pobreza puede extenderse indefinidamente, en la enfermedad, a la marginación o a la discriminación social.El amor tiene por delante un vasto trabajo al que la Iglesia quiere contribuir también con su doctrina social que concierne a todos.

¿QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?

¿QUÉ ES LA DSI? : La DSI es un patrimonio de enseñanzas que se organizan sistemáticamente: es un cuerpo de enseñanza elaborada en el seno de la Iglesia, como respuesta histórica a los problemas económicos y sociales. Esta enseñanza se presenta en documentos de diverso rango: encíclicas, exhortaciones apostólicas, radiomensajes, cartas apostólicas, pastorales.
La DSI abarca todos los campos en los que se desarrolla la convivencia humana, se extiende objetivamente al entero panorama de las realidades temporales que configuran y condicionan la vida de la persona humana dentro de la sociedad.

La DSI más que una teoría se orienta a la acción. El mensaje social del Evangelio no debe considerarse como una teoría sino, por encima de todo, un fundamento y estímulo para la acción.

La DSI orienta la vocación de cada uno/a en la lucha por la justicia. No se queda en el enunciado de principios o en la interpretación de la sociedad sino que su fin es orientar la conducta de las personas como consecuencia del compromiso por la justicia, según la función, vocación y circunstancias de cada persona (SRS 41h).
 VER – JUZGAR - ACTUAR
VER: se trata de percibir la realidad con sensibilidad, porque se trata de cuestiones que afectan a la persona, es ver con preocupación la realidad que tiene rostros humanos imborrables. Para ver hay que percibir con la inteligencia, es informarse y comprender los problemas, las situaciones de injusticia, sus causas, los factores que las producen, los mecanismos y las personas que las reproducen.

Para ver hay que analizar en equipo, organizadamente, con la ayuda de las ciencias humanas y sociales, desde distintos puntos de vista, una misma realidad social.

JUZGAR: es interpretar la realidad y distinguir qué es y qué no es proyecto de Dios sobre el hombre y el mundo en la vida concreta de las personas, colectividades y pueblos. Es iluminar y valorar qué conduce a la justicia y a la liberación (gracia) y qué a la injusticia, opresión y dominación (“desgracia”) Para interpretar la realidad no hay que acomodarse a valores y tendencias sociológicas que sean mayoritariamente contrarias a valores evangélicos, pero tampoco hay que ser neutral. Desde la profesión de fe en Dios Padre Creador de Vida, la coherencia implica establecer juicios de valor a favor de la vida, por toda vida, y en consecuencia en contra de todo aquello que viola y destruye los derechos de la persona.

ACTUAR: es dar vida, dar existencia concreta a las elecciones y decisiones coherentes con los valores del Reino de Dios, porque la DSI está orientada a la praxis. Actuar es comprometerse en actuaciones concretas, es trabajar para eliminar las barreras de desigualdades, las estructuras y los mecanismos de injusticia; es crear condiciones, grupos, comunidades, movimientos para influir en la transformación de la sociedad en dirección de la justicia social, la verdad, la libertad y la paz. Teniendo en cuenta esta metodología inductiva VER-JUZGAR-ACTUAR comprendemos fácilmente cuál es el contenido total de la DSI.

1. ¿CUÁL ES EL FIN DE LA DOCTRINA SOCIAL?: El fin inmediato de la doctrina social es proponer principios y valores que contribuyan a crear una sociedad digna del hombre
2. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL? : La doctrina social se apoya en cuatro principios básicos: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiaridad y la solidaridad.
1. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA: El ser humano posee gran dignidad por ser imagen divina y criatura especialmente armada por Dios. Esta categoría singular es el fundamento principal para el trato adecuado entre los hombres.
2. EL BIEN COMÚN: El bien común es el bien de todos los hombres y de cada uno, incluyendo los aspectos espirituales. El bien común abarca dos grandes principios:
O El destino universal de los bienes: El Creador dispuso el mundo para todos los hombres. Esto no quiere decir que uno pueda tomar lo que desee, sino que al regular las relaciones humanas debe tenerse en cuenta el desarrollo y beneficio de los demás.
O La propiedad privada: Es necesario para la autonomía y libertades propias. Este principio está subordinado al anterior, de modo que los bienes se empleen también en beneficio de los demás, con cuidado especial hacia los pobres. Esta protección no consiste simplemente en darles dinero, sino sobre todo en facilitarles la formación y los medios necesarios para salir de su pobreza.
3. LA SUBSIDIARIDAD: Según este principio, las sociedades de orden superior deben adoptar una postura de ayuda y promoción respecto a las menores, facilitando sus iniciativas correctas. En casos especiales puede suplirlas durante un tiempo breve.
Una consecuencia de la subsidiaridad es -por parte de los ciudadanos- el deber de participar en la vida social.
4. LA SOLIDARIDAD: La solidaridad o caridad social expresa una idea de unidad, cohesión, colaboración. Es la determinación firme y perseverante de comprometerse por el bien común. Estamos ante un hábito o virtud, ante una decisión estable de colaborar con los demás. Con todos los hombres, pues realmente hay vinculación con todos, aunque uno no se sienta unido a algunos. La solidaridad como parte de la caridad engloba a los demás principios.
4. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES VALORES SOCIALES?: Para la vida social, hay cuatro grandes bienes que conviene ejercitar, pues están muy ligados a la dignidad de la persona humana.
1. LA VERDAD
2. LA LIBERTAD
3. LA JUSTICIA
4. LA CARIDAD
6. ¿ES MISIÓN DE LA IGLESIA RESOLVER PROBLEMAS SOCIALES?: No, no. Esta es misión general de los hombres, y en particular de los gobernantes que tienen el dinero y redactan las leyes. A ellos compete conseguir una distribución justa de los bienes.

SIETE PRINCIPIOS  DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
La doctrina social de la Iglesia es difícil de resumir con tanta claridad. La doctrina social de la Iglesia es compleja y está vinculada al cambio de las condiciones sociales y a la profundización del entendimiento tanto del trabajo de Dios en la historia como de los principios éticos. Sin embargo, esta complejidad puede resumirse en forma imperfecta en siete principios claves.
I.  RESPETAR LA PERSONA HUMANA
Los cimientos del pensamiento social católico son el adecuado entendimiento y valor de la persona humana. En un sentido, las enseñanzas sociales de la Iglesia articulan las implicaciones éticas de un adecuado entendimiento de la dignidad de la persona.
II.  PROMOVER LA FAMILIA
La persona humana no es simplemente un individuo, sino que también es miembro de una comunidad. Si no reconocemos el aspecto comunitario caemos en un individualismo radical. Un entendimiento íntegro de la persona considera los aspectos sociales del individuo. La primera consideración social, en orden e importancia, es la familia, la cual es la unidad básica de la sociedad y es anterior y en cierto sentido supera a las demás sociedades en una comunidad. La doctrina social de la Iglesia pone acento en la importancia de la familia, en particular en la importancia de promover matrimonios estables que acojan y eduquen a los niños.
III. PROTEGER LOS DERECHOS PATRIMONIALES
La doctrina social de la Iglesia desde la Rerum Novarum (1891) del Papa León XIII hasta la encíclica Centesimus Annus (1991) del Papa Juan Pablo II ha defendido el derecho a la propiedad privada contra la afirmación de que el estado debería ser el dueño de todas las cosas.  Aún mucho antes, Santo Tomás de Aquino, cuyos escritos son de central importancia para comprender los cimientos de la doctrina social de la Iglesia, dio tres motivos por los que la propiedad privada es esencial para la prosperidad humana:
IV.  TRABAJAR PARA EL BIEN COMÚN.
El Papa Juan XXIII definió el bien común como "el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección" (Pacem in Terri 55).  Este bien es común porque sólo juntos como comunidad, y no simplemente como individuos aislados, es posible que disfrutemos, alcancemos y propaguemos este bien. Todas las personas están obligadas a trabajar en pos de hacer que el bien común sea una realidad cada vez más importante.
V.  OBSERVAR EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
Es deber del Estado proveer a la defensa y tutela de los bienes colectivos, como son el ambiente natural y el ambiente humano, cuya salvaguardia no puede estar asegurada por los simples mecanismos de mercado.  Así como en tiempos del viejo capitalismo el Estado tenía el deber de defender los derechos fundamentales del trabajo, así ahora con el nuevo capitalismo el Estado y la sociedad tienen el deber de defender los bienes colectivos que, entre otras cosas, constituyen el único marco dentro del cual es posible para cada uno conseguir legítimamente sus fines individuales. (Centesimus Annus 40)
: "El objeto legítimo del Estado es hacer para el pueblo lo que éste precisa que se haga, pero que no puede hacer por sí mismo o bien que no puede hacerlo tan bien como lo haría el Estado, en sus capacidades separadas e individuales".
VI.  RESPETAR EL TRABAJO Y AL TRABAJADOR
Según el Génesis, Dios no sólo crea al hombre, sino que también lo hace trabajar para que les ponga nombre a los animales y cuide el jardín. Es evidente que Dios no le dio a Adán esta tarea porque estaba muy cansado como para terminar el trabajo. Por el contrario, el trabajo humano no sólo participa en el cuidado creativo y providencial de Dios del universo sino que también lo refleja. Incluso antes de la caída, el hombre fue creado para cultivar y mantener el Jardín del Edén, para imitar el trabajo de Dios en la creación a través del trabajo humano. Luego de la caída, el trabajo algunas veces se convierte en una tarea ardua, pero continúa siendo parte de la vocación del hombre que viene de Dios.
Además, los trabajadores no son meros obreros o simples medios para la producción de capital en favor de sus dueños, sino que deben ser respetados y se les debe dar la oportunidad de crear sindicatos para asegurarse colectivamente el pago de un salario justo.
VII.   BUSCAR  LA PAZ Y OCUPARSE DE LOS POBRES.
Paz significa mucho más que la ausencia de un conflicto violento. Paz es "tranquilidad del orden", tomando la frase de San Agustín. La guerra entre las naciones puede ser necesaria algunas veces, pero solamente para restaurar la paz. La Iglesia Católica, desde al menos los tiempos de San Agustín, avaló la "teoría de la guerra justa".  El pacifismo rechaza rotundamente la declaración de guerra por ser moralmente mala por diversos motivos, algunos de ellos seculares (la violencia engendra violencia) y algunos otros religiosos (Jesús actuó sin violencia).
Tal como se indica, la doctrina social de la Iglesia no versa exactamente sobre cómo debería hacerse esto en cada sociedad. Podría ser que se necesita acción social agresiva a través de la intervención de la política gubernamental. Podría ser que deberían existir iniciativas privadas y voluntarias de grupos religiosos (tales como San Vicente de Paul) y grupos seculares (tales como United Way). Podría ser que las empresas deberían estar obligadas por ley o que deberían adoptar voluntariamente políticas que asistan a los pobres. Podría ser que las familias y particulares deberían asumir la responsabilidad. Lo más probable es que se necesite una combinación de iniciativas gubernamentales, sociales, religiosas e individuales. No siempre veremos con claridad en cada situación aquello que precisamente ayudará a los pobres (y a la sociedad en general), pero todos los católicos tenemos la obligación de pensar seriamente y de actuar deliberadamente para ayudar a los que sufren a nuestro alrededor y en todo el mundo.
Estos siete principios - respeto por la persona humana, promoción de la familia, el derecho de las personas a la propiedad privada, el bien común, la subsidiaridad, la dignidad del trabajo y de los trabajadores y la búsqueda de la paz y la preocupación por los pobres - resumen algunos de los puntos básicos de la doctrina social de la Iglesia desde León XIII hasta Benedicto XVI. Sin embargo, en el corazón de la doctrina social de la Iglesia hay algo simple y noble: un esfuerzo por hacer que las acciones y palabras de Jesús sean reales también en nuestros días con el objeto de transformar y elevar la vida social en todas las personas.

CUATRO PILARES PARA LA EDUCACIÓN, SEGÚN ESTANISLAO ZULETA
El pensamiento de Zuleta ha dejado un importante legado en el desarrollo crítico de las estructuras sociales y la perspectiva de la educación frente a las necesidades crítico-transformadoras de un modelo.
Por tal motivo, se trae a colación los cuatro pilares que Zuleta considero fundamental para la educación, que serán una útil herramienta para el debate y la reflexión.
En primer lugar, Zuleta plantea la función educativa de la literatura, cómo un medio de desarrollo de un pensamiento crítico, reflexivo y transformador y parte de su mismo gusto por la lectura, dejándole gran parte de su ejercicio a su meditación. En su ensayo titulado Sobre la lectura, establece que ésta consiste en una tarea que requiere del lector, dedicación y una transformación, que surge de lo que Zuleta denomina “rumiar el contenido”, afirmando que el pensamiento funcionaría de acuerdo con tres capacidades:
1) capacidad de admiración e idealización; 2) capacidad de oposición: crítica; y 3) capacidad de creación: juego, de inocencia, rueda que gira.  
Zuleta considera a la lectura, un acto importante, en la que el lector debe disponerse para dejarse perturbar, deslumbrar, transformar, afectar por el contenido del texto, y por los interrogantes que suscita la lectura.  No se lee entonces por simple diversión, se lee porque existe una cuestión que necesita ser resuelta y porque se aspira a que el texto diga algo sobre esa cuestión. La literatura es, entonces, una oportunidad para interpretar los hechos históricos y derivar de estos análisis, posibilidades de transformación social.
En segundo lugar, para Zuleta, las ciencias sociales contribuyen a la Educación; por tal motivo, estas no pueden ser neutrales ni estáticas. El objeto mismo de las ciencias sociales hace de ellas un campo de combate, de toma de posición y de inevitable transformación. De ahí que las ciencias sociales se lean como saberes críticos, cuya orientación debería ser la emancipación humana, razón por la cual Zuleta retoma y discute sus métodos de investigación y crítica. La pretensión cientificista de la universidad y el arrogante y encasillado trabajo de “las metodologías”, son poco útiles para la investigación. Todas las ciencias inevitablemente comprometen el concepto y la praxis de la responsabilidad social.
En tercer lugar, la dimensión histórica es otro campo para descubrir una idea de educación. Habiendo insistido en la visión de las ciencias sociales, aquí añade la necesidad de ver los fenómenos en su acontecer histórico. El desconocimiento de la dimensión histórica conduce a fijar la atención en las conquistas presentes, sin reparar en los procesos históricos que las hicieron posibles. Es cierto que no se trata de hacer recorridos de hechos pretéritos, sino de comprender los problemas, las luchas, los dilemas. Esta visión nos da capacidad para buscar soluciones más coherentes hoy. La historia, como método de investigación, es una manera de mirar y comprender el presente como parte de un todo histórico, al que observamos, en palabras de Zuleta, de manera activa e interrogativa. El investigador no se contenta con saber que “es así”, sino que trata de averiguar cómo ha llegado a ser lo que es y “para dónde va”.
En cuarto lugar, el psicoanálisis para Zuleta, se convierte en uno de sus lugares predilectos que le permiten conocer la complejidad del otro, sus maravillas, problemas y tragedias, y esto es una condición sine qua non, de la resolución de conflictos.
Orlando Salazar. Ph.D. En filosofía.
LA GRADUACIÓN DE BACHILLERA PASO AL ÉXITO.
Hoy culmina una etapa de sus vidas para comenzar otra. Respetados graduandos, acompañantes, docentes, rector y demás. Deseo dar infinitas gracias a Dios dador de la vida, la salud y la capacidad de aprender cada día, a los padres, madres, abuelos, hermanos, tíos y  familiares, que con su entrega, esfuerzo, dedicación y sin desfacellecer, los han acompañado en el proceso de formación académico, hasta alcanzar  la meta; ser bachilleres. Dar gracias a los rectores y docentes, que sin escatimar esfuerzos han dedicado su vida  y lo mejor de su tiempo a educar, aun en medio del cansancio, enfermedades y dificultades, para brindar los conocimiento en las distintas áreas del saber, con el único propósito que los bachilleres, sean personas de bien, de valores, con capacidad de trasformar la sociedad, la familia y sus propias vidas, en donde los demás lean en ustedes el  ejemplo y sientan el deseo de ser mejores, de estudiar, de prepararse y de ser excelentes personas, con capacidad de ser felices y exitosos.  Ustedes bachilleres del 2015, sinceras felicitaciones. En el plantel Educativo compartieron con sus compañeros trabajos y esfuerzos.
La graduación de bachillerato, es el paso al éxito con el propósito de aprender, pero, junto a ese aprendizaje, se les dio la posibilidad de conocer personas maravillosas, de vivir, experimentar y comprender el verdadero significado de la amistad, del compromiso, de la responsabilidad y de manera especial de formarse como personas honestas, justas y cumplidoras del deber. Bachilleres: El título es la recompensa de esos momentos no gratos, para algunos, no para todos. Muchas clases eran aburridoras, no les gustaba cuando los profesores les llamaban la atención o impartían disciplina, cuando les exigía el cumplimiento de las tareas, pero el único objetivo era formar personas integras, con valores y con suficientes herramientas para que se defendieran en la vida, para que el futuro de cada bachiller fuera con calidad humana, personas formadas que la suerte y la bendición de Dios los alcanza y acompaña, gracias a esos docentes  que les ayudaron a descubrir quiénes son, de dónde vienen y para donde van; profesores que les enseñaron la importancia de saber vivir el amor, el progreso, compromiso personal, familiar y social y sobre todo la vivencia de la ética y la moral. Eso los hará grandes.
Bachilleres del 2015: Es bueno que comprendan que el acto de graduación no marca el final del camino, sino el comienzo del éxito. No pueden quedarse ahí, simples bachilleres, se hace necesario el forjar nuevas metas: De trabajo, de estudio, de buscar nuevas oportunidades, para sentirse útil, realizado y capaz de salir adelante con el logro alcanzado. Es bueno que cada bachiller haga suyas las palabras de FRANCIS BACON: “Un hombre sabio construirá más oportunidades que las que encuentra”, y las de ARIE PENCOVIC: “La graduación es solo un concepto. En la vida real te gradúas todos los días. La graduación es un proceso que continúa hasta el último día de tu vida.” Si entienden esto, marcarán gran diferencia entre los demás bachilleres del 2015, porque abrirás puertas en el 2016 para seguir conquistando nuevas oportunidades. Bachilleres, que en las palabras de un autor desconocido: “Espero que tus sueños te lleven a las esquinas de tus sonrisas, a lo más alto de tus esperanzas, a las ventanas de tus oportunidades, y a los lugares más especiales que tu corazón ha conocido”, se convierta en realidad. Sinceras felicitaciones, buenos vientos y buena mar. 

Pbro. Orlando Salazar Ph.D. en Filosofía.    



UN MUNDO PARA SOÑAR DIFERENTE .

Había una vez una familia muy pobre, que no tenían dinero ni para comer en esa familia habían 4 hijos de 6, 8, 10,14 años , estos niños soñaban con ir al colegio como los demás niños , pero sus papas no podían enviarlos por falta de recursos y por falta de costumbres , esta familia sin saber sufrían de paludismo , y ni seguro de salud tenían , una vez una familia de dinero se acercó a su casa para saber cuáles eran sus necesidades , se dieron cuenta de todo y los ayudaron , les ofrecieron educación , trabajo, salud y una vida digna para estos 4 niños , y así ellos se dieron cuenta que podían soñar con un mundo diferente , mas humado , más digno para ellos , hoy en día son los principales impulsadores de los derechos humanos y de la doctrina social de la iglesia.

Como ellos hay muchas personas que necesitan tu ayuda tu estas a tiempo de ayudar a una familia , para que puedan soñar en un mundo mejor , más humano , y que una familia nunca se separe , yo sé, que este no es tu caso pero tú puedes ayudar a que a ninguna persona e pase algo así .